viernes, 16 de abril de 2010

El Maestro Violinista

El Maestro Violinista

Cerrando los ojos coge el arco;
tomando aire como si fuera a cantar,
siente las cuerdas de su viejo violín
que en su placido aroma de viejo y sabio
supiera hablar al alma atenta
de aquellos que en su clara mirada
quisieran paz encontrar.
Envuelto en silencio todo se aquieta
y el tiempo pareciera no moverse
mientras, junto a la caida del sol,
bajara lentamente el arco
rozando las cuerdas obedientes
que firmes a las manos del artista
dieran oir a sus voces
erizando la piel de los presentes
al tocar lo profundo de sus almas
a travez del manso baile
que diera camino a sus más bellas notas.
Recorren sutilmente sus dedos
los pasillos delicados del viejo astil
dibujando el alma de aquella pluma
que noche tras noche dejara volar sueños
dándoles reposo en la cuna del violín.
Cual pincel en manos maestras
danza presto sobre el lienzo blanco
dandole vida y haciéndolo hablar,
así siente vivo el fuego de su corazón
describiendo el vaiven perfecto
de las notas que, sin falso paso,
navegan determinadas sobre las olas salvajes
del profundo y ancho mar.
Con fuerza y ligereza, a paso maestro,
ahonda el sentimiento latente
fusionando mano y arco,
haciendose parte de la misma obra
cuando al ritmo de las notas va su palpitar
y aun los oyentes detienen su respirar.
Indefensos quedan sus ojos ante lagrimas puras
que entonan aun cerrados el arte de su obra.
Anuncia entonces en un largo trino,
seguido de un silencio abismal,
el nacer de la última nota
que suavemente se aleja
y sutilmente llega a desaparecer.
Mudo queda el ambiente ante tal final
y descansa su arco quieto sin poder hablar
Entonces estalla ensordecedor aplauso
y levantose hasta el ultimo ser presente
no pudiendo guardar reserva ante tal talento
que naciose de un viejo violín
en las manos de un gran maestro.

2 comentarios:

  1. quien pudiera expresar lo que es el oir una piesa perfecta de violin dando tanto detalle de lo q pasa con la pieza musical mas bella y refinada

    ResponderEliminar